martes, 12 de abril de 2011

Nuestros Aviones de Juguete

Al igual que muchos niños de mi generación, -mediados de los 60 del pasado siglo XX- recuerdo profusamente la gran mayoría de los juguetes con que mis padres nos regalaban, en fechas tan destacadas como los Reyes o los cumpleaños. De todos ellos guardo grata memoria, sin embargo serían los aviones de juguete, los que quizás marcasen de alguna manera mis sentimientos infantiles, dando lugar muchos años después a lo que sería mi gran afición y profesión.

Hoy en día con cuarenta y tantos, mantengo intacta esa ilusión por los juguetes que tuve de pequeño, lo que me ha llevado a juntar en una colección los pocos originales que de mi infancia conservo, unidos a otros tantos que como nuevas adquisiciones completan de alguna manera ese recuerdo infantil. En esta colección los Aviones han jugado siempre un papel principal, hasta el extremo de haberme llevado a interesar por otros modelos que por su antiguedad jamás pude tener junto con algunos contemporáneos de mis años de mozos.

Durante la década de finales de los 60 y principios de los 70, la industria juguetera que yo recuerdo y que -por otro lado- hoy puedo comprobar, no tenía nada que ver con los actuales juguetes con los que juegan nuestros hijos. La irrupción de la era del plástico y los últimos coletazos de la era de la hojalata, dieron como fruto algunos de los más bellos ejemplares de juguetes con los que un niño de mi edad de entonces - y de ahora- podía soñar, unido al desarrollo mecánico que la alimentación eléctrica por pilas empezaba a ofrecer, en contra posición de los antiguos sistemas de resorte o fricción que -no olvidemos- se han mantenido fuertes hasta nuestros días...

Los juguetes extranjeros de firmas alemanas y francesas, competían en calidad y originalidad con los recientemente llegados de Japón en lo que parecía una carrera imparable por mejorar los modelos en belleza, prestaciones y calidad.

Pero sería aquí en nuestra propia casa donde se desarrollasen algunos de los juguetes más impresionantes a los que un niño podía aspirar, y que hoy en día se han convertido en motivo de búsqueda y persecución por parte de coleccionistas, anticuarios y cuanto amante por las cosas bien hechas y cuidadas se precie.

Fue en Ibi, una pequeña población de la comunidad Valenciana, donde se crearon estas maravillas mecánicas dirigidas al público infantil, que a día de hoy aún siguen maravillando a personas como Yo.

La historia del desarrollo de la empresa industrial juguetera de Ibi, está magníficamente relatada y documentada en algunos de los enlaces ofrecidos, pero será sin duda el narrado por Raimundo Payá en su magnífico blog, el que nos ofrezca más datos y sobre todo de mayor veracidad, al ser protagonista en primera persona de la historia, como nieto de uno de los fundadores de la casa Payá de juguetes. http://juguetesantiguosdeibi.blogspot.com/ En dicho blog el autor nos narra como en la pequeña localidad de Ibi una familia de hojalateros -los Payá- relacionados con la industria artesana de la heladería, pasaron a convertirse en la más importante fábrica de juguetes del país, siendo a la vez el embrión del resto de grandes firmas españolas como Rico, Jyesa, Sanchís, Payva, y tantas otras que hasta su desaparición a mediados de los 80 del pasado siglo, constituyeron el eje fundamental de la industria juguetera española.

No tendría sentido intentar siquiera relatar la historia de Ibi y sus fábricas de sueños, ya que más doctos y documentados autores podemos encontrar con tan sólo teclear la palabra clave en cualquiera de los buscadores de la red, pero sí que quisiera abordar o por lo menos intentar centrarme en la producción de juguetes relacionados con los aviones o la aviación que dichas fábricas valencianas crearon desde principios del siglo XX hasta su desaparición a mediados o finales de los 80 -como ya he dicho-.

La necesidad de un trabajo como éste radica en la falta de información veraz, que muchas veces el coleccionista como yo, se encuentra a la hora de datar o referenciar uno u otro modelo, teniendo que recurrir a textos y foros de coleccionistas extranjeros, en los cuales no siempre lo expuesto es correcto, al arrastrar errores o imprecisiones derivadas de la mencionada falta de información. Luego sea este trabajo mi pequeño homenaje a aquellos artesanos que se convirtieron en industriales y llegaron a crear los maravillosos aviones con los que jugamos de niños, y que hoy decoran nuestras estanterías.

Las fotografías que ilustran este blog son en gran parte propias o cedidas por diversas personas o amigos. En otros casos, ante la dificultad propia de las mismas, han sido extraídas de páginas públicas de internet. Siempre intentaré mencionar las fuentes correspondientes, pero si en algún momento alguien pudiera reconocer una fotografía propia y no quisiera que figurase, que me lo haga saber y será inmediatamente retirada. Los Logotipos propios de las firmas son propiedad de las mismas y sólo se hace uso de ellos como homenaje a las mismas...


Niño Jugando con Avíon Plus Ultra de Payá, hacia 1930

Niño Jugando con avión de lata hacia 1910

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